
Todos oímos hablar del láser, pero ¿qué es el láser y cómo se utiliza en los tratamientos capilares?
La palabra láser procede del inglés y se forma con las iniciales de “Light Amplification by Stimuled Emision of Radiation”, que traducido significa Ampliación de la Luz por Emisión Estimulada de Radiaciones. El láser es la luz más intensa que se conoce, incluso superior a la luz del sol. Es un tipo de luz “ordenada”, es decir, las ondas del láser tienen idéntica longitud de onda y frecuencia y se propagan todas en la misma dirección. Ocurre lo contrario, por ejemplo, con la luz de una bombilla, que dispersa la luz en todas direcciones, y por lo tanto pierde mucha energía.
El láser del que hablaremos es el láser que utilizamos en los tratamientos capilares. Este láser produce una serie de efectos muy beneficiosos en el campo de la alopecia y pérdida de cabello gracias a los siguientes mecanismos de acción:
– Estimulación del metabolismo de las células
– Aumento del colágeno debido a la activación de los fibroblastos
– Mejora de la circulación por la vasodilatación y vascularización de la zona, lo cual favorece la absorción subcutáneas de productos
– Aumento de la mitosis y la regeneración celular
– Efecto antiedematoso por la reabsorción del líquido intersticial
Se ha demostrado que el láser, aplicado sobre las zonas del cuero cabelludo afectadas por placas de alopecia areata, produce el desarrollo y crecimiento más activo del cabello, como en aquellos casos rebeldes que presentan placas antiguas de varios meses o años, manteniendo el estado de repoblación de una manera estable.
En las alopecias totales y universales los resultados son sustancialmente inferiores aunque algo superiores a los conseguidos con otros tratamientos técnicos.