Las clínicas capilares SwanSea ofrecen soluciones a todo tipo de problemáticas capilares. El pelo y el cuero cabelludo, como el resto de partes del cuerpo humano, experimentan también alteraciones y enfermedades que repercuten en su salud.
Durante nuestros más de 30 años de actividad, en SwanSea llevamos viendo y tratando todo tipo de casos, en los que los problemas capilares que tienen como origen una mala alimentación no son excepción. Mucha gente se pregunta si la dieta y el estado del pelo tienen relación entre sí. La respuesta es que existen muchos casos en los que efectivamente existe una relación directa y causal.
Como hemos oído cientos de veces, una dieta completa y equilibrada que contenga todo tipo de nutrientes será siempre positiva para nuestro organismo. De lo contrario, existe un riesgo alto de padecer alguna patología derivada de esa falta de nutrientes esenciales como puedan ser las vitaminas A, B y C, el hierro, el zinc, las proteínas, el ácido fólico o la biotina.
Respecto a los efectos que puedan incidir las dietas pobres frente a la salud capilar, nos encontramos con que éstos se pueden manifestar en forma de pérdida de volumen, pérdida de fuerza e incluso pérdida de cabello. Todo ello, puede traducirse a medio plazo en una menor calidad de vida o incluso en un hándicap para nuestra autoestima. Identificar, tratar y regular esa problemática será clave para cesar dichos trastornos capilares.
¿Qué tipo de dietas provocan la caída o pérdida de fuerza del pelo?
Las dietas de adelgazamiento muy hipocalóricas y las dietas sin control médico son causantes importantes de estos trastornos, que hacen que en un corto periodo de tiempo la calidad y cantidad del cabello descienda de forma drástica.
Por otro lado, encontramos aquellas dietas en las que las frituras, las grasas animales, las grasas saturadas o la cafeína son protagonistas. Recordar también, que los excesos de este tipo de alimentos nos pueden llevar a padecer enfermedades cardiovasculares.
¿Qué tipo de dieta debo tener para mejorar mi pelo?
Como señalábamos antes, una dieta completa y equilibrada, nos aportará los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione de manera óptima; por consiguiente, nuestra salud capilar notará también mejoría.
Para obtener una dieta completa necesitaremos de los siguientes nutrientes de manera equilibrada:
Vitamina A: en leche, pescados, huevos, manteca, hígado, zanahorias y vegetales de color oscuro.
Vitamina B: en las yemas de huevos, la levadura de cerveza, cereales integrales y vísceras de animales.
Vitamina C: en cítricos, pimientos rojos, hortalizas verdes, melón, kiwi, mango, fresas y anana.
Vitamina E: en huevos, frutos secos, verduras de hojas verdes, nueces, germen de trigo y aceites vegetales.
Vitamina H (biotina): en arroz, levadura de cerveza, cebada, avena, maíz, leche y soja.
Zinc: mariscos, huevos, levadura de cerveza, carnes, germen de trigo y ostras.
Magnesio: en almendras, trigo, plátanos, dátiles, espinacas y castañas.
Azufre: en almendras, carnes blancas, hígado, verduras, frutas y huevos.
Hierro: en carnes rojas, verduras y espinacas.
Cobre: nueces, espinacas y mariscos.
Selenio: en pescados.
Sales minerales: pan integral, espinacas, cereales y frutos secos.
Para cualquier tipo de consulta al respecto, no duden en pedir una primera cita-diagnóstico en su centro SwanSea Centro Médico Capilar más cercano, de forma totalmente GRATUITA.