Los problemas capilares son mucho más frecuentes de lo que se cree. En efecto, la caída del pelo afecta, mayormente, a varones; y, en menor medida (alrededor de un 30 % menos que a los hombres), a mujeres, en algún momento de su vida. En muchos casos, el implante capilar es una solución permanente. La cuestión es que la mayoría de las personas teme a este tipo de cirugías porque, básicamente, tienen pavor a sufrir dolor. Para ellas, toda la información acerca de este tipo de trasplantes de pelo.
En principio, hay que destacar que estas intervenciones son sumamente sencillas. Además, hay que señalar que son realizadas por profesionales y en quirófanos especialmente destinados para ello, como es el caso de SwanSea. Estos parecen detalles menores, aunque no lo son. Por el contrario, son datos que garantizan que se trata de métodos seguros y fiables.
A la hora de pensar en hacerse un injerto capilar, el dolor suele ser un tema clave para muchos. Pero ¿realmente es una cuestión a temer? Sin duda, no es un escenario probable y ha de desaparecer la ansiedad que produce la posibilidad de sentir dolor.
No hay que tener miedo a la cirugía capilar
Es importante destacar que el microinjerto capilar es una microcirugía de rutina y que se lleva a cabo con anestesia local. ¿Qué significa? Que el paciente llega a sentir el pequeño pinchazo que aplica la anestesia local. Es un dolor muy ligero para la mayoría de los pacientes (solo una leve molestia tolerable, una cuestión de hipersensibilidad momentánea). Administrada la anestesia, el dolor se desvanece de manera casi instantánea.
Durante la microcirugía, en la que la persona permanece consciente (se escucha 100 % lo que ocurre alrededor), no suele haber dolor y tampoco en el trascurso del postoperatorio. Hay que aclarar que, si la persona tiene un umbral demasiado alto del dolor, puede sentir molestias pasajeras en el cuero cabelludo o leves dolores de cabeza, pero nada grave. Aunque es poco frecuente, en caso de que así ocurriese, el profesional a cargo de la sesión prescribirá analgésicos o antiinflamatorios y el dolor pasará, en cuestión de minutos. En ningún momento, el dolor será intenso. Este tema ha de quedar claro. Pasado el efecto de la anestesia, sí puede permanecer una sensación de adormecimiento de la piel, que no genera más que una contrariedad ligera (solo durante algunos días).
En resumen, hay que subrayar que se trata de una cirugía carente de dolor. En concreto, las posibles complicaciones, durante la microcirugía o después de ella, solo son transitorias y subsanables con medicación de rutina. Es una intervención sencilla y que brinda beneficios con rapidez. Verdaderamente, a nivel estético, los resultados quedan a la vista de todos.
Si quieres más información sobre los injertos capilares, no lo dudes, pregunta a nuestros especialistas: atencionalcliente@swansea.es