¿Qué es la psoriasis y cómo tratarla efectivamente?

qué es la psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, con unas características clínicas variables, caracterizada por pápulas y placas eritematoescamosas, secas, de variados tamaños cubiertas por escamas abundantes, de color grisáceo o blanco nacarado y de localización simétrica.

Pacientes

Su frecuencia mundialmente oscila entre 0,1 y 6 %. Es más frecuente en la raza blanca que en la negra y mongoloide, y muy rara en los indios. Afecta por igual en ambos sexos y puede aparecer a cualquier edad, desde el nacimiento hasta la vejez.

Localización

Suele presentarse con gran variación en la distribución de las lesiones, siendo las más frecuentes el cuero cabelludo, las caras extensoras de las extremidades, la región sacra y la zona genital, aunque también puede afectar a toda la piel en forma de psoriasis generalizada, aproximadamente 25 % de los pacientes psoriasicos presentan formas de moderadas a graves.

¿Qué causa la psoriasis?

La causa de la psoriasis se desconoce, por tanto existen gran número de hipótesis y teorías: genéticas, inmunológicas, infecciosas, metabólicas, farmacológicas, endocrinas y ambientales. Tiene una predisposición genética con carácter hereditario, influenciada por factores ambientales, psicosomáticos, que conllevan a la hiperplasia epidérmica y a una queratopoyesis acelerada. Respecto de los factores inmunológicos, la causa autoinmune de la psoriasis ha ganado importancia en los últimos tiempos ya que existen evidencias de que los linfocitos T y los queratinocitos desempeñan una función importante; hay evidencias de que la psoriasis es una enfermedad mediada por células T y de otras células inmunocompetentes en la patogénesis de la psoriasis. Como muchas entidades de base inmunogenética, solo una pequeña parte de los individuos llegan a padecer la enfermedad, pues es necesario la presencia de otras condiciones o factores desencadenantes Los factores medioambientales que se ha comprobado o se cree que afectan al curso de la enfermedad son: Traumatismos, infecciones generales, fármacos, tabaco, alcohol, tensión emocional. El factor infeccioso es el factor desencadenante más conocido. Está demostrado que el estrés emocional exacerba la enfermedad y se ha comprobado que un alto porcentaje de pacientes presentan trastornos de personalidad y síntomas psiquiátricos variados. En estos pacientes, en el lugar de un traumatismo, se reproducen las lesiones específicas de la enfermedad, esto es el fenómeno de Koebner Diversos fármacos pueden agravar o precipitar la psoriasis, como son el propanolol, atenolol, antiinflamatorios no esteroideos, litio, tetraciclinas, interferón entre otros.

Síntomas de la psoriasis

Las lesiones son placas bien definidas, rosas o rojo oscuro, cubiertas de escamas blanquecinas que al eliminarse a veces muestran pequeños puntos sangrantes. Las placas se forman por un incremento de la velocidad de proliferación epidérmica, con un tránsito muy acelerado de las células a través de la epidermis; incluso muchas células del estrato córneo aún conservan su núcleo, esto se llama paraqueratosis. Las lesiones de la psoriasis son fácilmente reconocibles en su forma típica; la lesión elemental tiene 2 elementos, una base eritematosa y una porción descamativa, formada por laminillas de queratina de diferente tamaño no adherentes, color blanco o nácar. Existen diferentes forma de presentación de la enfermedad: .
  • Psoriasis guttata, formada por numerosas lesiones lenticulares o puntiformes, generalmente en tronco, más frecuente en niños y con buen pronóstico.
  • Psoriasis palmo plantar; se afectan palmas y plantas, con lesiones de borde neto con fisuras.
  • Psoriasis ungueal: es una de las manifestaciones más frecuentes de la enfermedad. Lo más característico son las depresiones puntiformes y leuconiquia “en manchas de aceite”. También pueden aparecer como surcos trasversos e hiperqueratosis subungueal.
  • La psoriasis del cuero cabelludo puede presentarse como una descamación difusa o como gruesas placas adherentes al pelo.
  • Psoriasis pustulosa; puede ser una forma de comienzo de la enfermedad, entonces se asocia a artropatía psoriásica con mayor frecuencia; también puede aparecer espontáneamente en el curso de una psoriasis crónica o aparecer tras tratamiento tópicos irritantes, por infecciones, embarazo, fármacos o por supresión brusca de tratamiento sistémico con corticoides. Comienza de forma brusca con fiebre alta, mal estár general, y eritema con pústulas que se desarrollan en pocas horas afectando tanto a piel sana como a la piel previamente enferma.
  • Psoriasis pustulosa anular; puede ser localizada o generalizada, con borde eritematoso, sobreelevado y descamación en su interior, de color rosado.

Diagnóstico

Las lesiones típicas son fácilmente reconocibles. El raspado metódico de Brocq es de gran ayuda; con una cureta se va raspando la lesión apareciendo diferentes signos: Primero se ve un blanqueamiento al eliminar la porción superficial. A continuación aparece una descamación furfúrea por eliminación de las capas superiores. Más profundo vemos el “signo de la vela de cera” y al raspar un poco más profundo aparece un sangrado puntiforme llamado “rocío hemorrágico de Auspitz”.

Tratamiento

Varía en función de la localización, severidad y edad del paciente. Lo más usado son tratamiento con corticoides tópicos; se usan en lociones para zonas pilosas, ungüentos en zonas queratósicas, en cara y surcos se deben usar de menor potencia o menor número de aplicaciones. El número habitual de aplicaciones es de 2 veces al día, también puede usarse como cura oclusiva nocturna, aumentando considerablemente su potencia Los efectos secundarios de los corticoides tópicos son atrofia cutánea, acné, dermatitis perioral, rosácea, estrías e infecciones. No existe ningún corticoide tópico cuyos efectos secundarios no sean proporcionales a la potencia clínica. También pueden usarse como tratamiento tópico breas, antralinas y calcipotriol. Respecto del tratamiento sistémico para psoriasis, aunque se produce aclaramiento de las lesiones, puede existir el riesgo de rebote, que son más difíciles de tratar que las lesiones iniciales. Están indicados los corticoides sistémicos en psoriasis pustulosas generalizadas y en fases agudas de la artropatía psoriásica. También pueden usarse vía sistémica como tratamiento para psoriasis el metrotexate, retinoides y ciclosporina A.

Pronóstico

Es imprevisible, con remisiones y exacerbaciones y con tendencia a la cronicidad.
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